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La decoración y el decorador

Antes de pasar a la práctica de lo que es en sí mismo la decoración, es importante conoce qué es la teoría de la decoración. La teoría de la decoración está dedicada al estudio teórico de la estética y la decoración.

Consta de un conjunto de normas para conseguir trabajos que tengan la condición de estar sujetos a las reglas de belleza, sin perder nunca esos trabajos tienen un fin práctico al que han de ceñirse.

¿Qué es la decoración?

Una habitación con una mesa y cuatro sillas y las paredes peladas, hacen insoportables la estancia en ella de cualquier persona. El hombre desea estar en un ambiente que sienta “ suyo”. El hombre

desea que su casa sea su casa y no otra. Cada individuo tiene su café, su tienda, su peluquería, su cine.

La decoración consiste en preparar a cada persona el ambiente que encaje con su personalidad, el ambiente que necesita.

A un hombre dinámico, activo, un clásico hombre de negocios de hoy, no se le puede modelar su hogar del mismo modo que a un matrimonio de edad que vive de rentas, ni se puede decorar igual una tienda de ultramarinos que una joyería, ni el bar de un suburbio habitado por personas de clase trabajadora, que un bar de un barrio aristocrático.

Decorar es crear un ambiente en un espacio por medio de masas, color y luz, de modo que se amolde cada día a la psicología de las personas que va habitarlo o a frecuentarlo.

¿Quién es el decorador?

El decorador debe tener las dotes de creación y los conocimientos teóricos precisos para realizar una labor de algo tan serio como es la

intimidad de terceros, y abordar la estructuración de ambientes de los que puede depender en gran parte el éxito o el fracaso de un establecimiento de negocio.

El decorador debe tener

  • Un sentido creador responsable, es decir no debe reducir su labor a hacer variantes sobre lo que han hecho otros decoradores.
  • Unos conocimientos técnicos básicos que alberguen desde conceptos generales de los materiales e instalaciones de la construcción, pasando por ideas globales sobre la técnica de la ebanistería, hasta el conocimiento de telas, cerámica y elementos ornamentales auxiliares.
  • Debe tener un elevado sentido de lo bello y estético.
  • Debe saber con quién trata y para quien va a trabajar. Un hombre culto y un criterio propio, quizás sepa cómo quiere que le decoren su hogar, el hombre falto de una formación esmerada, seguramente no. También es muy importante escuchar bien al cliente y entender sus gustos y necesidades para que el proyecto se adapte a la perfección a ellas.
  • En este sentido, el decorador, en el trato con su cliente, debe poner en juego también su capacidad para capatar su psicología, con el fin de diseñarle un proyecto que se adapte también a su propia personalidad.        
  • De igual modo, si el decorador tiene entre manos el proyecto de un local público como una tienda de ropa o un restaurante, deberá conocer también las características y la psicología de los clientes de su cliente, los cuales ocuparán el espacio y deben por tanto sentirse siempre a gusto en él.

¿Cuál es la finalidad de la decoración?

Las formas de vivir han ido evolucionando y hoy no basta sólo con un techo y una paredes que resguarden de las inclemencias del tiempo. Ahora aspiramos a que tanto nuestra vida familiar como la que hagamos en sociedad se desarrolle en ambientes en los que nos sentimos a gusto porque nos resultan cómodos, agradables o atractivos estéticamente hablando.

Nuestro centro de trabajo por ejemplo debe estar instalado de tal modo que cuando levantemos la cabeza de la tarea que nos ocupa, nada nos haga pensar qué mal se está aquí, qué horrible color el de la pared, que frío hace, etc.. Esto hará que no podamos concentrarnos en nuestro trabajo.

La estancia bien conseguida es aquella en la que estamos también encajados y en la que no necesitamos hacer cambios porque nos encontramos a gusto.

La finalidad de la decoración es hacer que los ambientes encajen a la perfección con quienes la van a habitar o ocupar, ya sean en espacios de tiempo largos o más cortos, de modo que puedan desarrollar su actividad en un clima grato.

Pero cuidado, la decoración no debe perseguir ambientes excesivamente cómodos, ya que esto es un obstáculo para desarrollar dichas actividades. Debe ceñirse al tipo de persona que hará uso del espacio, sirviendo siempre a las necesidades de ambiente.

En Proyectos Lamiplast trabajamos con los mejores diseñadores de interiores, decoradores y arquitectos y todo tipo de proyectos, para comercios, empresas o particulares. Si tienes un proyecto entre manos, seguro que podemos ayudarte. Contacta con nosotros y cuéntanoslo.

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